ENCONTRANDO EL CAMINO A CASA

June 17, 2025

Home: Day 1384, 2025
Natalia Cardenas De Bedout.

Siempre me he sentido atraída por el ser humano y su búsqueda del hogar.

¿En qué piensa cuando escucha esa palabra, desde dónde lo crea?

Algunos piensan en un lugar, una estructura, una ciudad.

Otros en una persona, un momento, incluso en el cuerpo mismo.

A lo largo de los años, he comprobado cómo esta palabra posee un significado individual, uno que se ajusta a la percepción y a filtros culturales y sociales.

No se trata de una nueva búsqueda; a lo largo de la historia hemos visto cómo se habla de la importancia de este concepto en la vida del individuo. Abraham Maslow, pionero de la psicología humanista, lo expone claramente en su reconocida pirámide como un componente indispensable de las necesidades básicas para el desarrollo del ser.


El pasado jueves fue el inicio de la exhibición “HOME” de la artista Natalia Cárdenas De Bedout en Nueva York.

Desde el momento en que conocí a Natalia, tuve una conexión profunda con su arte, pues dentro de mi propia búsqueda, este concepto de hogar que ha mutado en tantas definiciones, lugares y propósitos, la única constante es el hecho de ser refugio.

Su arte me recuerda esto, y cada vez que lo veo, viajo a mi propia definición de hogar.


A través de distintos colores y formas geométricas que expresan la idea de lo que conocemos como el arquetipo de una casa, Natalia te invita a un viaje introspectivo, a conectar con tus sitios, tus personas, tus olores y sabores.

Te hace cuestionar ese sentimiento que, sin previo aviso, se va transformando a medida que transitas el camino de la vida. Recordando que el hogar es eso que va mutando entre experiencias, migraciones, personas y momentos.
Un proceso que abre espacio a la vulnerabilidad y a esa constante búsqueda de pertenencia, aquella en donde te preguntas si estás en un lugar seguro, en el lugar correcto.


Aún así, dentro de toda la complejidad y lo subjetivo de su significado, me parece fascinante cómo una imagen puede lograr un mismo sentimiento colectivo.

Sin importar las diferencias entre un individuo y otro, ambos pueden presenciar estas obras y viajar a lo más íntimo, a aquel lugar donde se permite ser vulnerable, refugiarse.

Y esa es la magia del arte, de eso se trata.

Cada quien siente distinto, cada quien se pregunta algo diferente.

Pero con el arte de Natalia ocurre algo particular.

Similar al fenómeno de muchas líneas que viajan en distintas direcciones pero que se encuentran en un mismo punto, lo mismo ocurre en nosotros. Hay un sentimiento en común en donde nos encontramos todos, y es en esa conexión de que el hogar habita en nosotros.

Al final de todo, estas casas que vemos, no son más que un reflejo de nosotros mismos, resultado de lo que somos, quienes nos rodean, nuestras decisiones y nuestro propio concepto de pertenencia.

Recordándonos también que nuestra propia definición de hogar es un proceso en constante creación.

Así como esas líneas en el fondo de sus piezas, aquellas que se dejan entrever formando una cuadrícula, dando esa sensación de un plano siempre disponible para crear.
Una cuadrícula que comienza, mas no tiene fin.


Natalia,

tú eres hogar.

Gracias por siempre permitirme ver el mío.

Pueden visitar la exhibición en el mágico espacio de At One Hundred, que por maravillosa coincidencia, es hogar de una firma de arquitectura y actualmente, de estas piezas.

Para ver más sobre su trabajo, visita este link: @amor.amarillo

Siguiente
Siguiente

COMO FUNCIONA MI CEREBRO